- Ad -
La medianoche del pasado 25 de julio, cientos de personas se congregaron hasta un templo satánico, ubicado en un espacio industrial en el centro de Detroit en Estados Unidos, para participar de un culto a una enorme estatua de bronce con cabeza de macho cabrío, hecho que ha generado gran polémica, pues varias comunidades religiosas apegadas al cristianismo, han mostrado su malestar por lo que consideran un acto de degeneración, que se hace cada vez más evidente en el mundo occidental.
Según la web de la institución organizadora, este evento es considerado como “la ceremonia satánica pública más grande de la historia”, el cual se desarrolló a pesar de protestas, amenazas de muerte y una lluvia torrencial, pues hasta el final se mantuvo en secreto la localización del culto, puesto que para evitar el sabotaje el lugar se cambió hasta por siete veces.
Los asistentes tuvieron que pagar 25 dólares para adquirir las entradas a la fiesta satánica, y solo unas horas antes de que se diera inicio la actividad fueron comunicados de la ubicación final vía correo electrónico, con lo que dio inicio al caos, el ruido y el libertinaje.
Según el portavoz del templo satánico, Doug Mesner, se ideó una estrategia para ahuyentar a los potenciales saboteadores de la actividad, “pensamos que si hacíamos que los asistentes tuvieran que venderle su alma a Satanás, entonces los supersticiosos que buscaban sabotear el evento se alejarían”.
Todo este alboroto se generó, debido a que los organizadores tenían el objetivo dar a conocer de forma pública, la figura de 1.5 toneladas y casi 3 metros de alto a la que el templo satánico ha denominado Baphomet, el mismo nombre de un ídolo que, según se cree, adoraban los templarios, motivo por el cual fueron declarados herejes.
Según muestran varias fotografías publicadas en portales web, la figura de Baphomet se sienta en un gran trono que está adornado en su parte superior con un pentagrama invertido (una estrella de cinco puntas símbolo del satanismo) y está flanqueada por las figuras de una niña y un niño.
Con esta ceremonia, el Templo Satánico quiere impulsar el traslado de la escultura de Baphomet a Arkansas, donde a inicios del presente año el gobernador firmó un proyecto de ley para autorizar la construcción de un monumento a los 10 Mandamientos que Dios entregó a Moisés, según el judaísmo y el cristianismo.
La razón que ha generado malestar en comunidades cristianas, es que la organización satánica pretende instalar su escultura de Baphomet cerca de la de los 10 Mandamientos, ubicada junto al parlamento estatal, pero las autoridades de Arkansas se han negado rotundamente, generando gran controversia, que según el Tribunal Supremo de Oklahoma viola la sección de la constitución estatal que prohíbe usar propiedades públicas en beneficio de una religión.
Fuente: Los Andes Perú
- Ad -
