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“Y Jehová va delante de ti, él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.”
En presencia de una gran obra o de una gran guerra, Si el mismo Dios va delante de nosotros, tiene que ser contundente persistir en El de manera sabia. ¿Quién podría estorbar nuestro camino si el propio Señor va adelante? ¡Vamos, soldados hermanos, marchemos hacia la victoria! ¿Por qué dudamos de obtener la victoria? Y no solo está el Señor delante de nosotros; Él está con nosotros.
Por encima, por debajo, alrededor y adentro, está el Dios omnisciente, omnipotente y omnipresente. En todo momento hasta la eternidad, estará con nosotros hasta el fin de los días, como siempre ha estado con nosotros, no nos abandonara.
¡Cómo debería fortificar nuestro brazo! ¡Láncense al frente con arrojo, soldados de la cruz, pues el Señor de los ejércitos está con nosotros! Estando delante de nosotros y con nosotros, nunca se apartara de sus hijos, no nos desamparara. Él no puede fallar en sí mismo, y no nos fallará.
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Permanecerá ayudándonos de acuerdo a nuestra necesidad, conforme a nuestros corazones hasta el fin. El no es hombre para mentir, Dios no va a fallarnos, ni nos va a abandonar. Estará dispuesto a proporcionarnos fuerza y socorro hasta que los días de combate hubieran pasado.
No dudemos, ni temamos, no nos intimidemos; pues el Señor de los ejércitos descenderá a la batalla con nosotros, soportará el embate de la lucha, y nos dará la victoria.
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