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“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree e mí no permanezca en tinieblas”
El mundo está en tinieblas como la medianoche; Jesucristo ha venido para que por fe, tengamos luz y no permanezcamos por más tiempo en la oscuridad. Estemos firmes en Cristo.
Todo aquel que es un término a profundizar: quiere decir; Si confiamos en Cristo, no permaneceremos más en tinieblas de muerte, sino más bien que estaremos en la luz reluciente de un día que no terminará jamás; camino hacia la eternidad, en el gozo del Señor. ¿Por qué no salimos a la luz de inmediato?
Una nube se puede filtrar en algunas ocasiones sobre nosotros, sin embargo no permaneceremos en tinieblas si creemos en Cristo. Él ha venido para facilitarnos abundante luz y claridad para que podamos discernir mejor el camino que nos preparo nuestro Señor salvador. Manteniendonos en la fe.
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¿Ha venido en vano? Si tenemos fe, contamos con el privilegio de la luz del sol: debemos disfrutarlo. Jesucristo ha venido para liberarnos de la oscuridad del pecado y la depravación natural, de la ignorancia, de la duda, de la desesperación, del fracaso, del vació, de los vicios, del error, de todo pecado; todos los hijos de Dios, saben que Él no vino en vano, como tampoco lo hace el solo que sale e irradia aquello que no puede dejar de ser, su calor y su luz.
Arroja con una sacudida tu depresión o lo que te este apartando del Señor, amado hermano. No permanezcas en las tinieblas, sino mora en luz. En Cristo está tu esperanza, tu gozo, tu paz, tu cielo. Míralo a Él, y únicamente a Él, y te gozarás como lo pájaros se deleitan con la salida del sol, y como los ángeles se gozan delante del trono.
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